Contamos con un área de cunero fisiológico, para llevar a cabo revisiones de rutina o procedimientos requeridos por bebés o mamás después del nacimiento.

Desde la sala de parto, fomentamos el apego inmediato, realizando contacto piel a piel entre recién nacido y madre, para mejorar la adaptación al medio extrauterino. Posteriormente, el bebé sube directo a la habitación con su madre, en alojamiento conjunto, para propiciar la lactancia materna. El único momento en el que el bebé se despega de su madre, es para tomar un baño al día siguiente de su nacimiento.

El cunero fisiológico se usa en caso de un recién nacido patológico.

Nuestros pediatras están certificados en reanimación neonatal para la atención del niño sano, y los neonatólogos cuentan con entrenamiento avanzado en el cuidado de recién nacidos (especialmente aquellos prematuros o de alto riesgo).